La “Gente Brava” (TEHUEL-CHE) de la Patagonia eran nómades que tenían al Guanaco como eje de su economía. Comían su carne, se vestían con sus pieles, hacían herramientas con sus huesos y con sus cueros fabricaban toldos en los que vivían Dejaban información del medio ambiente, ilustrados en pinturas rupestres en cuevas a lo largo de los ríos y cañones. De esta manera al siguiente grupo llegando al lugar le era más fácil.